Será a través es el título de un encuentro audiovisual dedicado al periodista, que incluirá algunos de los capítulos de “El otro lado” y “El visitante”.
“El otro lado de la televisión argentina: El legado de Fabián Polosecki” es el título de un encuentro audiovisual dedicado al periodista televisivo, que incluirá algunos de los capítulos de los dos programas que encabezó, “El otro lado” y “El visitante”, y que tendrá lugar el martes 13 de diciembre próximo, en el auditorio Jorge Luis Borges de la Biblioteca Nacional.
Con entrada libre y gratuita, la muestra que se desarrollará en el edificio ubicado en Agüero 2502 a las 18.30 incluirá una mesa con realizadores, productores, investigadores y periodistas que trabajaron con el periodista en los proyectos que encaró durante su trayectoria profesional.
“Polo”, como se lo llamaba en el medio, pudo dar una vuelta de 180 grados a los programas de investigación de la televisión creando un nuevo formato que continúa vigente en la actualidad.
Este homenaje, a veinte años de su muerte, plantea redescubrir el trabajo del periodista que supo crear una obra inmensa, coherente y parte fundamental de los programas periodísticos de la televisión argentina, a través de sus facetas disimiles.
“El día tiene 24 horas de inteligente silencio, hay que saber interrumpirlo con algo que pueda mejorarlo y casi nunca se logra”, afirmaba Polosecki a fines de 1993 al comienzo de cada edición de su programa “El otro lado”, haciendo de esos silencios una marca, un estilo, sin importar los apuros del tiempo televisivo.
Polosecki cumplió con ese objetivo e instaló un programa transgresor que generó un traslada de la crónica urbana periodística gráfica a la televisión como nadie lo hizo antes, rompiendo con los formatos periodísticos convencionales de aquellos días.
La clave de su estilo fue detenerse en aquellas historias que nadie se preocupaba por escuchar, una nueva mirada que se instaló a partir del impacto de «El otro lado» y «El visitante», y se basaba en la búsqueda de historias que estaban allí, casi ocultas en las calles de Buenos Aires y en otros puntos.
El programa de Polo se encargó de correr las luces y enfocar la mirada hacia esas miles de historias escondidas en las sombras de la vida diaria y protagonizadas por ladrones, por vecinos, por trabajadores y otros personajes desconocidos para los televidentes.
Luego de haber colaborado con varios gráficos, “Polo” irrumpió en la televisión y con sólo 29 años puso a este medio patas para arriba y sus ciclos fueron una influencia clave en otros programas periodísticos.
En 1996, este genial periodista se alejó de la televisión y se mudó a una isla del Delta del río Paraná. Según distintos testimonios recogidos para el documental “La vereda de la sombra” y el libro “Polo, el buscador”, durante ese período, separado de su familia por decisión propia, manifestó un notable cambio en su personalidad.
El 3 de diciembre de 1996, cuando tenía 32 años, sin causa conocida y sin que se conociera ningún trabajo periodístico que estuviera realizando, se dirigió hasta la localidad de Santos Lugares, arrojándose bajo una formación ferroviaria en marcha.