En «Eternas palabras» aparecen recuerdos del cantautor estadounidense sobre la Gran Depresión y de sus luchas contra el alcohol y las drogas.
Una serie de poemas inéditos de Johnny Cash se editarán en el libro «Eternas palabras» y en la compilación aparecen recuerdos de la Gran Depresión, de sus luchas contra el alcohol y las drogas, y otras temáticas como la influencia bíblica y de la poesía irlandesa y galesa.
“Eternas palabras” es un pequeño regalo póstumo de Johnny Cash para sus seguidores que escucharán al leerlo ecos de esa voz que les ha acompañado en tantos momentos.
En el caso de este cantautor estadounidense, no solamente su música y su voz son sin duda referentes indiscutibles de la cultura contemporánea, sino que sus canciones a menudo retratan pequeñas historias contadas en verso, como si pertenecieran a la añeja tradición de la poesía oral musicalizada.
En ese libro, aparece por primera vez una meticulosa selección de poemas y letras musicales realizada tanto por su hijo, John Carter Cash, como por el poeta ganador del premio Pulitzer Paul Muldoon, de entre los miles de papeles con anotaciones dejados por Johnny Cash tras su muerte.
«Había sido ordenado pastor y era capaz de mantenerse fácilmente a la altura de cualquier teólogo o historiador», recuerda el hijo de Cash en el texto introductorio del libro.
El autor de «Folsom Prison Blues» también bebió de la tradición de la canción escocesa e irlandesa y de las baladas polvorientas de Woody Guthrie, pero haber vivido en primera persona los estragos de la Gran Depresión reforzó el lado amargo de sus textos.
El arco narrativo de “Eternas palabras” es tan completo que viaja de la primera niñez de Cash a sus últimos estertores, con «Para siempre», poema escrito poco antes de morir en septiembre de 2003, a los 71 años.
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Johnny J.R Cash fue un cantante, compositor, guitarrista, actor y autor estadounidense y es considerado como uno de los músicos más influyentes del Siglo XX. Cantautor de country, gospel, rock and roll y rockabilly, fue y es uno de los máximos representantes de la música country, aunque creó su propio subgénero musical.
Su primer éxito fue “Cry! Cry! Cry!” de 1955, al que siguieron más de 1.500 canciones, entre las que destacan “I walk the line”, “A boy named Sue”, “Sunday morning coming down” o “Hurt”, entre otras.