Por Edgardo Solano
La orquesta típica dirigida por el pianista Javier Arias bucea en el tango bailable, con amplio repertorio de composiciones clásicas y nuevas, valses, milongas y folklore argentino.
Las orquestas típicas tuvieron su auge en las décadas del ’40 y del ’50, luego el tango perdió popularidad en las nuevas generaciones y esas numerosas formaciones de antaño, generalmente de 12 integrantes y con un par de cantantes, se redujeron a sextetos y agrupaciones similares con menos cantidad de músicos. Luego de un extenso letargo, terminados los ’90 y entrando en la nueva década, esas tradicionales orquestas comenzaron a renacer con las nuevas oleadas de tangueros.
En este contexto, en el 2003 el pianista y director Javier Arias le dio forma a la Orquesta Típica Fervor de Buenos Aires, una formación que contaba con la particularidad de continuar con el legado artístico de Carlos Di Sarli. En paralelo también surgían entones otras orquestas como la Fernández Fierro y El Arranque, por ejemplo.
Con Fervor de Buenos Aires editó el disco llamado “Quién sos”, en 2006, y realizó una par de giras europeas, que tuvieron escalas en Escocia, Grecia, Italia, España y Austria, entre otros puntos del Viejo Continente. También, recorrieron Brasil y Uruguay.
En 2008, Javier Arías creó la Orquesta Típica Misteriosa Buenos Aires, su actual proyecto, donde bucean en el tango bailable, con amplio repertorio tangos clásicos, tangos nuevos, valses, milongas, milongas-candombes y folklore argentino.
“Nosotros somos de la generación en las que volvieron las orquestas típicas y fuimos la única con el estilo de Di Sarli, somos los únicos en esa línea. La mayoría siguieron el estilo de Osvaldo Pugliese”, le comenta el músico a Crónicas y versiones sobre el estilo de la orquesta.
El pianista tiene un porqué sobre el resurgir de las orquestas típicas en la década pasada. “Hay muchas versiones. Influyó la cuestión del dólar que te permitía viajar y salir de gira, porque acá estaba todo medio parado”, señala sobre los beneficios cambiarios.
“También tuvo que ver el final de la década menemista en la que se miró demasiado al extranjero. En eso momento el rock también decayó y fue una forma de volver a las fuentes, de buscar la cuestión nacional. Internet también influyó, ahora es más fácil que te conozcan”, agrega sobre el fenómeno de la vuelta de las numerosas formaciones tangueras.
“El tango venia de una cosa muy grande y el golpe fue muy fuerte, no se esperaba que iban a venir Los Beatles. Con el auge del rock, el tango quedó en otro plano e hizo lo que pudo”, comenta el pianista que también tuvo su etapa rockera en la adolescencia.
Entre Europa y Buenos Aires
Misteriosa Buenos Aires tiene un par de discos debajo del brazo, “De salón», editado en 2010, y “Una noche en la milonga”, publicado en el 2013. Además, armaron las valijas para girar por Europa, Brasil y distintos puntos del Interior del país, en paralelo con su agenda de actuaciones porteñas.
Además del pianista, director y arreglador, Misteriosa Buenos Aires se completa con Patricio Peralta en contrabajo; Diego Benbassat, Nicolás Codega y Santiago Gil en bondoneón, los violines de Damián González Gantes, Julián Laquidara, Pablo Martínez Lammer y Matías Coban; y la voz de Eliana Sosa
“Tocar afuera es como una película distinta, nos llama la atención porque acá el tango es bastante under, En Roma tocamos para 800 personas y había 16 milongas esa misma noche. En Grecia tocamos un un pueblo en la montaña para 1000 personas, para estos eventos viene gente de otras ciudades, se mueve mucho. En Europa están enloquecidos con el baile, acá hay muchos quilombos y prejuicios”, comenta sobre algunas de sus presentaciones en Europa.
“Acá también esta cambiando, en las milongas no había jóvenes y ahora hay varias con una estética más moderna. Va a ir creciendo con el aporte de todos, no hay olvidar de que venimos de las décadas del ’80 y ’90 y quedó una brecha muy grande”
Los hombres del piano
“En principio me gusta Di Sarli, per también me gustan muchos, como Osvaldo Pugliese, Orlando Goñi y Carlos García”, enumera Javier Arias a sus pianistas favoritos.
Además, tiene unas palabras para Horacio Salgán. “Es muy grosso. Tiene una técnica muy de la música clásica y la vez es súper tanguero. Es como el Piazzolla del piano, es un vanguardista total. Es un referente, aunque su música no tenga que ver con lo que hacemos nosotros”, cierra.
