De Cristina Piña y Patricia Venti, se trata de una edición ampliada y revisada de la biografía de la poeta argentina más leída en las últimas décadas.
«Alejandra Pizarnik. Biografía de un mito», de Cristina Piña y Patricia Venti, es una edición ampliada y revisada de la biografía de la poeta argentina más leída y traducida de las últimas décadas, y se editará en julio por el sello Lumen.
Flora Alejandra Pizarnik (Avellaneda, 29 de abril de 1936-Buenos Aires, 25 de septiembre de 1972) estudió filosofía y se formó de la mano del pintor surrealista Juan Batlle Planas. Vivió entre 1960 y 1964 en París, donde se desempeñó como traductora, crítica literaria y correctora y estudió en la universidad de La Soborna.
Por esos años se hizo amiga de Julio Cortázar y del poeta mexicano Octavio Paz, que escribió el prólogo de su libro de poemas «Árbol de Diana» publicado en 1962.
Entre sus libros de poesía publicados están «La última inocencia» (1956), «Las aventuras perdidas» (1958), «Los trabajos y las noches» (1965), «Extracción de la piedra de la locura» (1968), «Nombres y figuras» (1969) y «El deseo de la palabra» (antología, 1975).
En 1982 se publicaron sus «Textos de sombra y últimos poemas», con edición de Olga Orozco y Ana Becciú; en 1994 Cristina Piña, una de las autoras de la biografía que llega en julio, fue responsable de la edición de sus «Obras completas»; y en 2001, la otra autora del futuro trabajo de Pizrnik publicó su «Poesía completa».
La biografía elaborada por Piña y Venti, que Lumen anuncia para julio en nuestro país, llegará en enero de 2022 a las librerías de España donde se acaba de publicar «Alejandra Pizarnik y sus múltiples voces» (Huso), un libro homenaje editado por Mayda Bustamante que cuenta con las miradas de 85 escritoras de 15 países -España, Argentina, Chile, Cuba, Uruguay, Perú, México, Polonia, Bulgaria, Australia, Marruecos, Francia, Rumanía, Italia e Israel-, que dan cuenta de su onda expansiva sobre distintas generaciones, informó el diario El País de España.
Ese trabajo cuenta con testimonios infrecuentes (el de su hermana Myriam, entre ellos) y aportes críticos valiosos para entender cómo fue cambiando y enriqueciéndose a lo largo de estas décadas la imagen de quien César Aira, flamante Premio Formentor, llamó alguna vez «el último objeto de lujo de la literatura argentina».