Un anciano en cuya casa se encontró el denominado «Tesoro de Múnich» pretende reintegrar las obras a sus propietarios originales o a sus herederos.
Cornelius Gurlitt, un anciano coleccionista de arte en cuya casa de Múnich se encontró un valioso tesoro artístico, pretende devolver a sus propietarios los cuadros robados por los nazis a los judíos, según publicó el diario alemán Süddeutsche Zeitung.
Esto lo manifestó uno de los abogados del anciano, Christoph Edel, quien también aseguró que su cliente les dio “manos libres” para restituir las obras de arte a sus propietarios legítimos o a sus herederos. Esta colección tomó el nombre de el «Tesoro de Múnich».
“Cornerlius Gurlitt desea que los cuadros que fueron robados a sus propietarios judíos sean devueltos a sus dueños o a sus herederos” declaró Edel al Süddeutsche Zeitung.
La primera muestra de la buena voluntad del anciano sería su deteminación de devolver el cuadro “Mujer sentada” del pintor francés Henri Matisse, sustraído en 1941 a Paul Rosenberg, poco tiempo después de que los nazis tomaran Francia en 1940 durante la Segunda Guerra Mundial.
Esta obra perteneció después durante un período a la colección del jerarca nazi Hermann Göring, que lo cambió por otra pieza al vendedor de arte Gustave von Rochlitz, antes de llegar posteriormente a manos del padre de Gurlitt, Hildebrandt, quien la dejo como herencia a su hijo junto con el resto de cuadros.
Según explicó al mencionado diario alemán otro de los abogados de Gurlitt, Hannes Hartung, ya se mantuvieron conversaciones para proceder a la devolución de “Mujer sentada” a las dos nietas de Rosenberg, Marianne Rosenberg y Anne Sinclair, esta última ex mujer del ex responsable del FMI, Dominique Strauss-Kahn.
De todos modos, a pesar del cambio en la actitud de Gurlitt, aún existe la incertidumbre sobre cuantas de las obras encontradas provienen del robo de las autoridades nazis a los coleccionistas privados durante el régimen de Adolf Hitler y cuáles tienen otro origen de procedencia.