En esta segunda parte, continúan las peripecias del grupo de ya no tan jóvenes heroinómanos de los suburbios de Edimburgo encabezados por Mark Renton.
A poco más de dos décadas del estreno de “Trainspotting”, llega a las salas “T2: Trainspotting”, la secuela del film icónico de los ’90, que vuelve a contar con Danny Boyle como director y con varios de los protagonistas de la primera entrega.
En las escenas, veinte años después, continúan las peripecias del grupo de ya no tan jóvenes heroinómanos de los suburbios de Edimburgo encabezados por Mark Renton (Ewan McGregor), que no tienen otra aspiración en la vida salvo drogarse y conseguir dinero sucio.
Tras un bache en sus negocios y después del costoso divorcio de su mujer, Sick Boy (Jonny Lee Miller) descubre una oportunidad que puede cambiarle la vida.
En Edimburgo surge un lucrativo negocio basado en vídeos porno grabados en las trastiendas de los pubs, con los clientes del local como actores principales. Tras conocer esto, Sick Boy intentará hacer una película porno de categoría capaz de venderse internacionalmente.
Inspirada en la novela “Porno” de Irvine Welsh, Danny Boyle retoma la dirección de la secuela de «Trainspotting» (1996), y John Hodge vuelve a escribir el guión.
Danny Boyle es un director británico talentoso, director de «Tumba al ras de la tierra», la primera entrega de este film, «127 horas», «Steve Jobs», «Quieres ser millonario?», «Millones» y «28 días después», entre otras.
La película también contará de nuevo con los protagonistas de la película original, como Ewan McGregor, Jonny Lee Miller, Robert Carlyle y Ewen Bremner.
“Trainspotting”, estrenada en 1996 y dirigida bajo la lente de Danny Boyle, está basada en la novela homónima escrita por Irvine Welsh. El argumento trata sobre un grupo de heroinómanos de Edimburgo y esta trama abrió un fuerte debate sobre el consumo de las drogas.
La primera parte, también basada en la novela homónima de Welsh, mostraba cómo el personaje de McGregor intentaba rehabilitarse de su adicción a la heroína, mientras sus amigos se hundían cada vez más, en lo que fue un reflejo de la juventud británica sin futuro ni expectativas que dejó el tacherismo de los ‘80.
El tráiler