Se trata de “Las Aventuras Perdidas”, un álbum basado en el libro homónimo de la fallecida poeta argentina.
El compositor y guitarrista argentino Fabricio Tocco presenta su tercer álbum de estudio titulado “Las Aventuras Perdidas”, basado en el libro homónimo de Alejandra Pizarnik.
En esta obra, el artista indaga en el vínculo profundo que lo une a la literatura, como docente y escritor, en un proceso compositivo que va de las palabras a las músicas. El punto de partida ya no será la armonía y la melodía sino la letra. Lo primero: el poema de uno de sus máximos exponentes, Pizarnik.
“Las aventuras perdidas implica bucear en uno de los primeros libros de la autora, escrito a fines de los cincuenta, en el que Alejandra aborda temas como los ángeles y la sangre, la soledad y la noche, la infancia y la muerte”, explica.
“Todas esas imágenes encontraron en el aislamiento de la pandemia un eco muy fuerte en mí que se tradujo en estas canciones”, concluye.
Con la producción ejecutiva, arreglos y mezclas de Fernando Ruiz, Fabricio logra plasmar la estética de la célebre escritora argentina (vinculada con el surrealismo, el romanticismo y el simbolismo francés) con los ritmos de la música de raíz argentina, como la vidala, la chacarera, la milonga campera y el tango.
El disco cuenta con invitados como la cantante de folklore Gisela Baum, Fernando Ruiz en coros, guitarras eléctricas, acústicas y criollas, el pianista y violinista Ale Comes y el bandoneón de Joaquín Benítez Kitegroski.
Grabado en Vancouver, Canadá, La Coruña, España, y Buenos Aires, Argentina. Los derechos de propiedad intelectual de los poemas musicalizados fueron cedidos por los herederos de Alejandra Pizarnik.
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Fabricio Tocco nació en Argentina en 1985 y creció entre Ramos Mejía y el interior del estado de São Paulo. Es músico, compositor, escritor y profesor de literatura. Con la crisis del 2001, emigró de adolescente con su familia a Europa.
Por más de diez años, vivió en Tarragona, Barcelona y París, donde terminó el secundario, estudió letras y descubrió la música y la literatura latinoamericana, un poco buscando contrarrestar la identidad arrebatada por la emigración y otro poco por simbiosis con distintas generaciones de la diáspora, desperdigada por el exterior.
En 2015, se mudó a Vancouver, Canadá, donde se doctoró en letras, mientras tocaba en diferentes partes de British Columbia como solista y con su banda West Coast Bossa.
“Rincones de allá” (2019), su primer disco, es un viaje a distintos paisajes sonoros de América del Sur. Desde la bossa nova hasta el milongón, el valsecito y la chacarera, “Rincones es un viaje” atravesado por la melancolía y la intemperie de vivir afuera.
Su segunda producción, “Gringuinho” (Club del Disco, 2022), explora una infancia bilingüe a través de ritmos de música de raíz, vinculados al carnaval: del samba a la zamba y del huayno a la murga. “Las aventuras perdidas” (Club del Disco, 2022), una musicalización de distintos poemas escritos por Alejandra Pizarnik a fines de los cincuenta, es su tercer álbum. Actualmente, vive en Australia.
