El actor va a interpretar al genial creador en “Saving Mr. Banks”, donde se narran las dos semanas en las que P.L. Travers, la autora de “Mary Poppins”, decide vender los derechos cinematográficos de su libro a la productora.
Luego de varios replanteos, Tom Hanks le dio el si a la propuesta de “Saving Mr. Banks”, en la que asume el desafío de encarnar a Walt Disney, “Lo primero que pensé cuando me lo pidieron fue: ’¡Diablos! ¡Menuda carga! Honestamente, pensé en la responsabilidad que conllevaba. ¿Quién necesita esa presión?”, explicó el actor.
Antes de aceptar este papel, este actor le puso el cuerpo a varios personajes reales en cine, como el astronauta Jim Lovell en “Apollo 13”, el congresista Charlie Wilson en “Charlie Wilson’s War” o a Richard Phillips en la reciente “Captain Phillips”. El reto era que en este nuevo rol, se mantenga la línea de existosa de sus antiguos personajes y Bob Iger, consejero delegado de Disney, le llamó por teléfono y comenzó a convencerlo.
“Sinceramente, sabes si quieres hacer una película cuando llevas leídas 12 páginas del texto por el ADN y la filosofía que desprende la historia”, afirmó el ganador de dos Oscar por “Philadelphia” y “Forrest Gump”.
“Saving Mr. Banks”, dirigida por John Lee Hancock, narra las dos semanas que pasó en Los Ángeles P.L. Travers, la autora de “Mary Poppins”, para decidir, a pesar de su nulo interés, si entregaba los derechos cinematográficos de la obra y el personaje a Disney, cuyos trabajadores habían preparado una versión de la historia que no convencía en absoluto a su creadora.
Corría el año 1961, dos décadas después de la primera aproximación del magnate. Travers, conocida por su arisca forma de ser e interpretada de forma sublime por Emma Thompson, analizaba cambiar de opinión debido a su delicada situación financiera.
“En parte lo entiendo”, admitió Hanks. “Hay mucha gente que no ve razón alguna en convertir su trabajo, su literatura, en películas. Y ella odiaba las películas. Odiaba a Walt Disney. Odiaba los dibujos. Pensaba que lo que hacía era arte barriobajero. Tenía muy claro quién era Mary Poppins, pero necesitaba el dinero. Es fascinante ver ese proceso en la película”, añadió.
El libro favorito de las hijas de Disney era “Mary Poppins”, así que el empresario les prometió que lo convertiría en una película sin imaginar la dura lucha a la que tendría que hacer frente, hasta el punto de que Travers abandonó Los Ángeles sin dar su brazo a torcer y sólo accedió tras una reunión privada con el ejecutivo en Londres.
“Lo que se dijeron fue increíble Sencillamente, podía haber optado por recordarle que iba a hacer una tonelada de dinero”, sostuvo Hanks, quien confesó que en la película no aparece un solo cigarrillo -a pesar de que Disney fumaba tres atados al día- porque, de ser así, hubiera sido calificada como “R” (los menores de 17 años no pueden acceder al cine sin sus padres).
Eso no influyó en la forma de preparar el papel de Hanks, que aún así insistió en llevar una atado y un encendedor en el bolsillo de la campera, con los que jugaba entre escena y escena. Son pequeños detalles que le ayudan a meterse en la cabeza del personaje que interpreta.
“Ya no soy tan meticuloso. Eso lo da la edad. Hay ciertas cosas que te dan igual. “Este es mi aspecto hoy día y eso no se puede cambiar. Pero Dios bendiga a la gente que aún quiere contar conmigo para hacer películas porque ya he aprendido a cómo afrontar cada rodaje”, declaró.
Las candidaturas a los Óscar se darán a conocer en enero y Hanks entra en la danza como mejor actor de reparto por esta cinta e incluso mejor actor por “Captain Phillips”.