La Fundación Juan March, que conserva una gran cantidad de libros del autor, presenta sus anotaciones, dibujos y recuerdos.
La Fundación Juan March, que tiene en su poder los casi 4 mil libros que Julio Cortázar guardaba en su departamento de París, lanzó una serie de podcasts y un video-ensayo sobre la biblioteca del autor, sus anotaciones, dibujos y recuerdos como un billete de metro o flores prensadas.
Donada por su esposa Aurora Bernárdez en 1993, esta biblioteca concentra los títulos que lo acompañaron desde joven en Buenos Aires, y otros que adquirió en París.
En esta biblioteca hay libros de arte, historia y poesía, pero también ediciones de bolsillo con su firma y fecha de adquisición.
La biblioteca cuenta con libros en 26 lenguas: más de 800 tienen su firma, que cambia a lo largo de los años, y otros 397 anotaciones en los márgenes.
También cuenta con más de 500 ejemplares están dedicados y en algunos se pueden encontrar recuerdos como un billete de metro o flores prensadas.
Entre las dedicatorias está la de la poeta Alejandra Pizarnik, antes de su suicidio en 1972: «En el hospital aprendo a convivir con los últimos desechos», se puede leer en la obra «La pájara en el ojo ajeno».
Además hay libros en los que los propios autores le escriben dedicatorias, como el mexicano Octavio Paz, con quien Cortázar mantuvo una larga amistad.
Desde los países donde estuvo destinado como embajador, el poeta le dedicó ejemplares: «A Julio – No César: ¡Cortázar!», escribe Paz desde Nueva Delhi en 1965.
También hay dedicatorias de Italo Calvino, Rafael Alberti, Juan Carlos Onetti o Gabriel García Márquez.
La biblioteca suele ser consultada por investigadores, lectores y admiradores de su obra, y sus fondos hoy están digitalizados.