Por primera vez el espacio madrileño adaptó piezas de Leonardo da Vinci, Goya y Velázquez, entre otros, para que puedan ser apreciadas por no videntes.
En una experiencia con pocos antecedentes y por primera vez el Museo Nacional del Prado, uno de los más importantes de España y de Europa, adapta seis obras maestras de su patrimonio artístico para que personas no videntes puedan tocarlas y apreciar las diferentes texturas y volúmenes de las pinturas.
Las piezas adaptadas para el proyecto titulado “Hoy toca el Prado” son «Noli me tangere», de Correggio; «La Fragua de Vulcano», de Velázquez; «El quitasol», de Goya; «La Gioconda», copia del taller de Leonardo da Vinci; «El caballero de la mano en el pecho», del Greco, y «El Bodegón con alcachofas, flores y recipientes de vidrio», de Van der Hamen.
Las reproducciones se exponen en la galería de la planta baja del museo madrileño y suponen una selección de obras representativas de las colecciones de la institución para que puedan ser recorridas y tocadas con las manos, según informó la agencia de noticias Europa Press.
Las obras seleccionadas para esta experiencia son seis imágenes en relieve correspondientes a diferentes géneros y estilos artísticos que abarcan desde la pintura religiosa, la mitología y la escena costumbrista hasta el retrato y la naturaleza muerta.
Por su parte, «Hoy toca el Prado» cuenta con material adicional como paneles y cartelas en braille, audioguías de apoyo que proporcionan las indicaciones necesarias para facilitar la experiencia.
Por su parte, el Prado también desarrolla actividades dirigidas especialmente a centros e instituciones donde acuden públicos con discapacidad intelectual y enfermedades neurodegenerativas que son realizadas por especialistas de diversas disciplinas.