Por Edgardo Solano
En el día de nacimiento del Flaco, se reedita la publicación de Juan Carlos Diez en la que el autor logró bucear con éxito en el universo íntimo Spinetteano. Este relanzamiento incluye una carta, un nuevo diseño y la discografía actualizada del músico.
Juan Carlos Diez descubrió gran parte del lado íntimo y poco conocido de Luis Alberto Spinetta en “Martropía”, un libro que da cuenta de un lustro de conversaciones entre el autor y el músico. Esta publicación acaba de ser reeditada con un carta, “Tanto”, y con la discografía actualizada del Flaco, que incluye además la información de un disco inédito que se publicará este año. El 23 de enero, en el día que Spinetta cumpliría 64 años, en el mítico Bar La Perla de Once el autor presentó en sociedad este relanzamiento.
“Es una carta de agradecimiento por todo lo que nos dio y por todo lo que nos dejó”, describe el autor del libro sobre “Tanto”, esta carta a modo de capítulo extra que tendrá la reedición y que además son las únicas líneas escritas después de la muerte del protagonista central de la publicación. Este relanzamiento incluye también un nuevo diseño del libro, aunque se mantiene intacto el arte de tapa original que cuenta con un dibujo hecho para la ocasión por el propio Spinetta.
El autor partió con la premisa de bucear en un costado íntimo de uno de los pilares del rock argentino y esta empresa le llevó un lustro de conversaciones en los años de mayor distanciamiento, y hasta enfrentamiento en algunos casos, del Flaco con lo medios, en los que concedió contadísimas entrevistas. Por este motivo, Diez no cayó en la tentación de formular las preguntas que ya le hicieron a Spinetta en tantas ocasiones y de las que ya se sabe la respuesta.
“Traté de llegar a intimidad. Es un libro anticronológico y esta era una de las intenciones de las conversaciones y una de las bases del libro. Quería llegar a la persona, ver como era el tipo que estaba detrás de ese andamiaje flotante de lírica y música”, señala sobre el objetivo cumplido que fue planeado a priori.
Este arribo al mundo íntimo Spinetteano se fue dando “al calor de las conversaciones”, como señala Diez, y en este ida y vuelta se revelaron gran cantidad de anécdotas nunca antes contadas por el músico. “Me sorprendieron un montón de cosas, como el día en que me contó que compuso la letra y la música de ‘Los libros de la buena memoria” como chicotazo en sólo 15 minutos en la casa de sus padres, en la calle Arribeños”, comenta el autor sobre esa perla que logró rescatar.
Otro de los agregados de la reedición es la discografía actualizada de Spinetta y el libro anticipa la información de un disco inédito que se lanzará este año. Este material de Spinetta, que va a sumar a su prolífica obra, se registró con los aportes del ex Almendra Rodolfo García en batería y Daniel Ferrón en bajo, en una banda denominada simplemente como “Los amigos” y que ensayaba cotidianamente sin objetivos a la vista, más allá de la confraternidad que se dio en este trío en largas zapadas.
El libro también hace añicos el mito del personaje sobrevalorado por los fans y deja ver algo de ese Spinetta en pantuflas que tenía muchos gustos comunes a cualquiera de sus compatriotas. “Muchas veces nos juntábamos para laburar para el libro y parábamos para ver los partidos de River. Él era como cualquiera de nosotros, pero con un talento increíble”, acota el periodista sobre una de las pasiones del Flaco.
“Me sorprendió verlo grabar y ensayar, como laburaba. Tenía una oreja increíble”, agrega Diez que fue testigo de varias grabaciones en La Diosa Salvaje, el estudio y también la casa de Spinetta en la calle Iberá, que colaboraron para “alimentar la fragua de las conversaciones”.
En paralelo a la amistad y la admiración de Diez por Spinetta, el autor nunca olvidó al periodista en la confección del libro, que sirvió como vehículo para que esas jugosas revelaciones llegaran a manos de los fans del Flaco. “El libro tuvo buena recepción y sigo recibiendo aliento y mucho cariño de la gente que amaba al Flaco. Me lo siguen agradeciendo y esto es muy gratificante”, comenta.
Como suele ocurrir, la muerte de cualquier artista genial eleva de inmediato su figura y esto genera el interés de quienes, hasta ese momento, no se habían detenido en su obra. Esto también hace que los históricos fans reclamen para sí el monopolio del legado de esa figura.
Sobre este particular fenómeno, al que no escapa el ex integrante de Invisible, el autor del “Martropía” tiene una lúcida mirada. “Siempre hay una oportunidad para descubrir a Spinetta y su obra tiene tanta riqueza que sus seguidores siempre van a encontrar algo nuevo”, señala.
Esta teoría la pudo comprobar empíricamente al volver a escuchar la obra Spinetteana, luego trazar un largo paréntesis desde muerte de su creador. “Estuve mucho tiempo sin escucharlo y agarré al azar dos discos, ‘Pelusón of milk’ y ‘Fuego gris’, y me arrancó la cabeza volver a ecucharlo. Descubrí algo nuevo, una nueva mirada que te vuelve a sorprender. Me parecían discos de Los Beatles por la riqueza que tenían”, cierra Diez