La actriz está rodando “Una historia de amor y oscuridad” en Jerusalén y recibió críticas de grupos de judíos ortodoxos. El film es la adaptación cinematográfica de la novela homónima de Amos Oz.
Natalie Portman desató las protestas de los judíos ultraortodoxos en Jerusalén durante el rodaje de su ópera prima, «Una historia de amor y oscuridad», basada en la adaptación cinematográfica de la novela homónima del escritor israelí Amos Oz.
Medios locales citados por la agencia alemana DPA, informaron que judíos ultraortodoxos protestaron contra el rodaje del debut como directora de la actriz israelí de 32 años. Según una emisora del país de medio oriente, los habitantes de la zona no fueron notificados con anterioridad al rodaje de la adaptación cinematográfica de la novela de Oz, y criticaron en una carta que éste tenga lugar cerca de una sinagoga.
Según el diario Times of Israel, los vecinos enviaron una carta a las autoridades quejándose. “La película está planificada para ocurrir en una zona de áreas sensibles cerca a varias sinagogas y templos, y las escenas siendo filmadas deberían haber sido examinadas previamente para asegurarse de que no ofendieran la sensibilidad de nadie”, cita la carta.
La locación elegida para el rodaje son los barrios de Mea Shearim y de Nahlaot, habitados por crecientes comunidades de ultraortodoxos judíos, cada vez más visibles e influyentes en una ciudad considerada santa, venerada y reclamada también por cristianos y musulmanes. En este contexto, la filmación se desarrolla bajo estrictas medidas de seguridad, con cordones policiales que alejan a curiosos y posibles manifestantes.
Portman, ganadora de un Oscar de Hollywood en 2011 por su papel en “El cisne negro”, emprendió la aventura de recrear la autobiografía de Oz hace seis años, cuando decidió comprar los derechos al autor, cuyo nombre sonó en varias ocasiones para el premio Nobel. Además, no solo es la directora del film sino que además la protagoniza en el papel de la conflictiva madre de Oz.