Esta experiencia fue una resistencia cultural a la última dictadura militar y participaron en la gestación Osvaldo Dragún, Carlos Gorostiza, Ricardo Halac y Tito Cossa.
El 28 de julio de 1981, hace 35 años, se inició el Movimiento del Teatro Abierto, una reacción cultural contra la última dictadura militar argentina que tuvo una amplia influencia en la sociedad.
Este movimiento de resistencia cultural a la última dictadura militar argentina reunió a 20 autores, 20 directores y más de 150 actores y técnicos, entre otros partícipes.
La intención de este colectivo fue poner de manifiesto la existencia y vitalidad de una escena nacional, que fue más allá y que se transformó en un acontecimiento que repercutió en la vida política.
El primer ensayo abierto al público y a sala colmada de tres obras tuvo lugar el 28 de julio de 1981 en el Teatro Picadero, ubicado en la cortada Rauch, hoy pasaje Santos Discépolo. Días después de aquella jornada histórica, este espacio fue incendiado por un grupo de tareas, atribuido extraoficialmente a la Marina.
Este accionar siniestro, generó una asamblea pública, de la que participaron entre otros Adolfo Pérez Esquivel, que acababa de ser nombrado Premio Nobel de la Paz, y el escritor Ernesto Sábato. Se decidió trasladar la actividad al Teatro Tabarís, una sala de la Avenida Corriente s, y durante los siguientes tres meses, donde se desarrolló la experiencia a sala llena en todas sus funciones.
Las primeras reuniones que dieron forma a Teatro Abierto se realizaron en el bar de Argentores con la participación de autores como Osvaldo Dragún, Carlos Gorostiza, Ricardo Halac y Tito Cossa, entre otros, y respondió al impulso de dar respuesta a la negación del teatro argentino que se estaba realizando desde el Estado.
El ciclo se repitió en 1982, en 1983, con el lema de «ganar la calle», y en 1985, el «teatrazo» con el lema En defensa de la Democracia, por la liberación Nacional y la Unidad latinoamericana.
Entre las obras de aquellos ciclos pueden mencionarse “Lejana tierra prometida” (1981) de Ricardo Halac, “Decir sí” (1981) de Griselda Gambaro, “Gris de Ausencia” (1981) de Roberto Cossa, “Tercero Incluido” (1981) de Eduardo Pavlovsky, “Oficial Primero” (1982) de Carlos Somigliana. «Príncipe Azul» (1981) y «Creatura» de Eugenio Griffero.
Teatro Abierto influyó en el resto de las actividades artísticas organizándose actividades similares en otros campos como Danza Abierta, Música Siempre, Libro Abierto, Poesía Abierta, Tango Abierto o Folclore Abierto, tanto en la capital como en algunas provincias.
En 1990 se estrenó el documental “País cerrado”, teatro abierto referido a la historia de este movimiento. Al año siguiente, Teatro Abierto recibió la Mención Especial de los Premios Konex, otorgado por la Fundación Konex, por su fundamental aporte a la cultura de la Argentina.