Por Edgardo Solano
El Flaco fue mucho más que un músico, también brilló por su pródiga pluma y por su talento como dibujante, una faceta que plasmó en portadas de discos y afiches.
Luis Alberto Spinetta no fue muy amigo de las redes sociales y a comunicarse con estas vías con sus seguidores. Su única aventura 2.0 fue la página web spinettacual, que desde hace tiempo no está disponible.
En ese sitio publicó hermosas fotos, muchas de las inéditas o poco conocidas, ilustraciones, esferas y algunos textos de su autoría, al margen de algunas misceláneas. También uso esa página para emitir un comunicado oficial sobre su enfermedad, siendo esta su última actualización de este portal.
Al margen del contenido de esa página, muy concurrida por los fans de El Flaco, también jugaba desde el título “cuál” de los Spinettas se podía llegar a hablar, teniendo en cuenta su talento en múltiples ramas del arte. El propio Luis Alberto optó ese nombre planteando también ese interrogante.
El 8 de febrero de 2012, hace exactamente 6 años fallecía, Luis Alberto Spinetta en Buenos Aires, en una de las jornadas más tristes que la que se tiene memoria en la historia argentina. El Flaco partía dejando un frondoso legado artístico, que fue más allá de la música, llegando a la poesía y la plástica.
Mientras Almendra grababa sus primeros simples, Luis Alberto cursaba en Bellas Artes, junto a su compañero de banda Emilio del Guercio, intentando formalizar su pasión por el dibujo y la pintura.
A pesar de que dejó esos estudios, su condición de autodidacta le alcanzó para plasmar bellas otras. Una de ella es el payaso de la portada del primer disco de Almendra, aunque ese dibujo tuvo un antecesor que desapareció misteriosamente porque los directivos de la discográfica preferían que el grupo aparezca en la portada.
El Flaco reincidió en otras portadas, como en “Don Lucero”, y también se encargó de diseñar, con sus dibujos incluidos, los afiches de las presentaciones de Pescado Rabioso e Invisible.
También realizó dibujos por doquier con temáticas diversas, que incluyeron el humor, el diseño automotriz y extraños personajes. Muchos pudieron verse en un exposición en la Biblioteca Nacional y otros tantos quedaron guardados en algún rincón de La Diosa Salvaje, su estudio ubicado en el barrio de Villa Urquiza.
Incluso, solía ponerse a dibujar con sus nietos, casi en forma lúdica, pero también despuntando el vicio del arte, por más sean creaciones en lapicera o con lo que se tenía a mano.
Spinetta fue un lector voraz y los libros que devoró influyeron en sus liricas. También se animó a publicar el libro “Guitarra Negra”, editado en 1978, integrado por un compendio de poesías surrealistas.
“Cierta violencia interna se disparó sobre mí al escribir esos textos”, dijo el autor sobre este libro.
Además, el álbum “Pescado 2”, lanzado en 1973 por Pescado Rabioso, contenía un cuadernillo de 52 páginas con dibujos, poesías y reflexiones, mayormente escritas por Spinetta, que constituyen casi un libro más.
También desplego su pluma en los textos de los libros internos de sus álbumes y en múltiples poesías no compiladas en libros, como en la bella “A Piluso”, dedicada al personaje de Alberto Olmedo.
También se encargó de escribir los textos del libro que acompaña a los CD’s y DVD´s que registraron el concierto de “Las Bandas Eternas”. En esas líneas dedicó hermosas menciones a sus compañeros de escenario en ese concierto memorable en el estadio de Vélez Sarsfield, el 4 de diciembre de 2009.
En los 40 álbumes que publicó, tanto como solista como con sus bandas, está expuesta su faceta más conocida, como un pródigo compositor de melodías y liricas, esto último lo pone en eterno pedestal del mejor poeta del rock argentino.
A pesar de condición de fumador, su voz mantuvo su brillo hasta sus últimas grabaciones sin perder su bello tono agudo. También El Flaco fue un gran guitarrista, más que digno al momento de solear y uno de los mejores como violero rítmico, a partir de sus particulares y geniales sesiones de acordes.
De cuál de los Spinettas estamos hablando, quizá de todos, de un artista que supo ir mucho más allá de sus canciones.