Está basada en el libro de Antoine de Saint-Exupéry, con música de la compositora británica Rachel Portman y con el libreto de Nicholas Wright.
La ópera “El Principito”, basada en el clásico de Antoine de Saint-Exupéry, con música de la compositora británica Rachel Portman, se estrena en Sudamérica el sábado 11 de mayo a las 11 en el Teatro Colón.
Ópera de cámara en dos actos con música de Portman y libreto de Nicholas Wright, esta producción del Colón tendrá dirección musical del maestro Ezequiel Silberstein, dirección de escena de Mariana Ciolfi, y la dirección del Coro de Niños del Teatro Colón a cargo de César Bustamante.
El estreno de «El Principito» se realiza en el marco del ciclo Ópera de Cámara, en su 50 aniversario, bajo la dirección de Marcelo Lombardero y a su vez integra el ciclo Colón para Chicos que abarca propuestas pensadas para toda la familia.
El primer elenco cuenta con la participación de la soprano Maria Virginia Savastano en el papel de “el Principito”, de Alejandro Spies como “el Piloto” y de Trinidad Goyeneche en el papel de “el Zorro” y “la Rosa”.
En 2003 Portman compuso música para la versión lírica de “El Principito”, estrenada ese mismo año en la Houston Grand Opera.
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Antoine de Saint-Exupéry nació en Francia en 1900, época en la que apenas estaban apareciendo los primeros aviones, se formó como piloto, y ahí comenzaron sus aventuras.
El autor de “El Principito” desapareció el 31 de julio de 1944 en el mar Mediterráneo, frente a las costas de Marsella, tras ser alcanzado por un avión nazi durante la Segunda Guerra Mundial. Aunque otras versiones apuntan a que pudo sufrir un desvanecimiento por falta de oxígeno.
Este aventurero plasmó sus vivencias como piloto comercial en “El aviador”(1926), “Correo del Sur” (1928) y “Vuelo nocturno” (1931), sus largos periodos en soledad y en el desierto en “Tierra de hombres” (1939) y sus reconocimientos aéreos en 1939-1940 en “Piloto de guerra”.
También sus meditaciones, en “Ciudadela” (1948), publicada póstumamente, al igual que “Notas de juventud” (1953), “Cuadernos” (1953), “Cartas a su madre” (1955), “Escritos de guerra” (1982), “Manon, la bailarina” (2007) y “Cartas a lo desconocido” (2008).
Voló por Europa, por la costa del norte y oeste de África, por América latina y lo hizo por trabajo, razones militares, placer o espíritu aventurero. Sufrió dos aparatosos accidentes, en el desierto de Libia y en Guatemala. Sobrevivió a ambos.
Durante su convalecencia del segundo, en Nueva York, escribió “El Principito”, que dedicó a su amigo Léon Werth, escondido en la Francia ocupada por los nazis, así como “Carta a un rehén” (1944).