Esta versión teatral del clásico de Lewis Carroll es un relato visual donde intervienen diversas técnicas y disciplinas como teatro de sombras, danza, acrobacia aérea, títeres y dibujo.
«Alicia. Ensueño de maravillas» volvió a escena y se presenta los sábados a las 19.30 en la sala Santos 4040, en la calle Santos Dumont 4040 de la Ciudad de Buenos Aires, donde ofrece una versión del clásico de Lewis Carroll, con la dirección de Alejandro Bustos.
Una mujer en su rutina diaria descubre observando su sombra, la entrada a una realidad distinta, llena de magia. Inicialmente le cuesta cambiar lo familiar y seguro por lo desconocido; su imaginación crea personajes que cobran vida y la invitan a sumergirse en un mundo de ensueño donde lo real se mezcla con lo fantástico
«Alicia. Ensueño de maravillas» propone el encuentro con las profundas superficies de la imaginación creadora frente a la aventura de los tiempos.
Protagonizado por Tristana Muraro, y dirigido por Alejandro Bustos, la puesta combina en su relato distintas técnicas artísticas para narrar esta historia mágica sin palabras: desde el teatro de sombras, la danza, la acrobacia aérea, títeres, dibujos y diseños audiovisuales, hasta la banda de sonido creada especialmente para este espectáculo.
Este 4 de julio se van a cumplir 150 años de la publicación de “Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas”, con frecuencia abreviado como “Alicia en el país de las maravillas”, creada por el matemático, lógico y escritor británico Charles Lutwidge Dodgson, más conocido bajo el seudónimo de Lewis Carroll.
El cuento está lleno de alusiones satíricas a los amigos de Dodgson, la educación inglesa y temas políticos de la época. El País de las Maravillas que se describe en la historia es creado básicamente a través de juegos con la lógica, de una forma tan especial que la obra ha llegado a tener popularidad en los más variados ambientes, desde niños o matemáticos hasta psiconautas.
