La legendaria banda volvió a reunir a sus integrantes originales vivos después de 42 años, ante un estadio colmado que contó con la presencia de sus seguidores de siempre.
La legendaria banda rockera Vox Dei volvió a reunir a sus integrantes originales vivos después de 42 años, ante un estadio Luna Park que contó con la presencia de sus seguidores de siempre.
De esta forma y con algunos problemas de sonido al inicio, Vox Dei, con Ricardo Soulé en guitarra y voz, Willy Quiroga en bajo y voz y la vuelta de Juan Carlos “Yodi” Godoy en guitarra, se reunió con los jóvenes Simón Quiroga en batería e Iván Soulé en guitarra.
Durante poco más de dos horas y media de show y con una seguidilla de 25 temas esenciales de las épocas de Soulé-Quiroga y el recordado baterista Rubén Basoalto, el concierto sirvió para el recuerdo, la nostalgia de un pasado de pioneros dentro del rock argentino y de un futuro incierto.
En algunos pasajes del show se sumaron a la formación estable Vicki Soulé en coros y Javier Basoalto -hijo del histórico batero original del grupo oriundo de Quilmes- en la bata como un merecido y ovacionado tributo a su padre, donde lo emotivo estuvo en las imágenes de un solo de batería de Rubén, que causó el respeto y algunas lágrimas entre los más fanáticos.
“A nadie le interesa si quedás atrás (total qué)”, “Compulsión”, “Juntando semillas en el suelo”, “Prométeme que nunca me dirás adiós”, “Detrás del vidrio ( parte I y parte II)”, de los primeros tiempos, se unieron a “Gata de noche”, “Sin separarnos más”, “El mañana es otra historia”, “Es una nube no hay duda” y “La verdadera historia de Sam el montañés”, que sumaron en varios pasajes el coro de su gente.
El momento de su monumental obra “La Biblia” que data de 1971 y que nunca antes había sido presentada junto al guitarrista original “Yodi” Godoy, alcanzó un pico alto de la velada con “Profecías”, “Génesis”, “Libros sapiensales”, “Cristo, muerte y resurrección” y “Las guerras”.
Luego de este momento de recogimiento y devoción mística, el clima rockero volvió con los esperados “Jeremías pies de plomo”, “El regreso del Dr. Jeckyll”, “Esta noche me parece igual”, “Loco hacela callar” y bajaron nuevamente los decibeles con las balada “Canción para una mujer que no está”, donde se destaca el todavía privilegiado canto de Soulé.
Al momento de los bises se escucharon “Azúcar amargo”, “Ritmo y blues con armónica” y el indiscutido “himno” del grupo, “El momento en que estás (Presente)”, como fin de fiesta.