La obra, de Mónica Ottino, con dirección de Alejandro Giles y actuación de Mónica Lleó alude a la vida breve e intensa de este hombre.
El unipersonal “Robespierre”, de Mónica Ottino, con dirección de Alejandro Giles y actuación de Mónica Lleó, oriunda de las Islas Canarias, evoca al revolucionario francés del Siglo XVIII que luego fue víctima de su propia historia, los viernes a las 20.30. en la sala Andamio 90, ubicado en Paraná 662, en el Centro porteño.
Monólogo teatral, alude a la vida breve e intensa de un hombre nacido en una familia burguesa de Arras, pequeña ciudad provinciana muy cercana a las costas de Inglaterra.
Huérfano temprano de madre, abandonado con sus pequeños hermanos por su padre, queda al cuidado indiferente e irritado de sus abuelos maternos y de sus tíos.
Consigue su título de abogado gracias a las becas que otorga el futuro Luis XVI. Ejerce en un estudio ajeno su profesión y logra ser nombrado diputado y luego representante de los Estados Generales, muy poco antes del estallido de la Revolución.
Es intención de la obra evaluar el peso de un pasado desdichado y pobre ,hasta el cobro de las herencias familiares y la aparición del gran hombre político y su violencia que alcanza sin piedad a amigos y enemigos. Para él la piedad es traición a la patria y sobre este principio actúa.
Acosada Francia por los austríacos, alemanes, odiada por los ingleses ,puede sin embargo contener a esos ejércitos; tiene un general llamado Bonaparte y a la población más numerosa de Europa, involuntaria proveedora de jóvenes soldados.
Regicida por voto y presión sobre sus compañeros riega de sangre a Francia durante el período bien llamado «del Terror».
Todo termina, los franceses están hartos de que maten a sus hijos. Francia está empobrecida, salvo para algunos oportunistas, el pueblo quiere pan, y Robespierre atacó y humilló a demasiados grupos y gentes. En un golpe de estado es llevado a la guillotina junto a su hermano. Agustín y a otros fieles. Tenía 36 años.
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El arte, el vestuario y la iluminación pertenecen a Alejandro Giles, la ejecución de vestuario a María Carcagno, las pelucas y peinados a Eddy Rodríguez, la fotografía a Santiago Botet y la asistencia de dirección a Micaela Orzabal.
Con una actualidad manifiesta y música original de Damián Mahler, la obra es auspiciada por la Embajada Argentina en España, la Cancillería Argentina, el Consulado Argentino en Las Islas Canarias, el Centro Cultural de España en Buenos Aires, Canarias Crea Gobierno de Canarias y Centro de Comisiones Obreras Las Palmas.